lunes, 4 de junio de 2012

VUELVO A LAS ANDADAS.

Tras demasiadísimo tiempo sin escribir...vuelvo a buscarme a mi misma. Intentaré no abandonarlo durante tantísimo tiempo, aunque nadie me lea las entradas, al menos me sirve de desahogo=)

Nos vemos muy pronto, bloggeros!

lunes, 20 de diciembre de 2010

pensado y escrito con tardanza

Contando grietas
Uno, dos, tres... voy contando mientras miro al techo. No se quien soy, no se si soy buena o soy mala. No se, me siento muy falsa, ¡ me siento muy mal! Empiezo a creer que tengo un problema, no es normal tumbarme en la cama y ponerme a llorar, ¡y mucho menos hablarle al techo!
Me siento muy vacía y sola. No se por qué estoy aquí, ni  qué tengo que hacer...¿por qué sigo hablando sola? Cuanto más escucho mis pensamientos, más ganas tengo de llorar y de abandonarlo todo. No sirvo para nada aquí, ya que no hago ni bien ni mal.
 Soy como una ameba o una cortina, sí, eso es, una cortina.Cuando me necesitan me utilizan, si no me necesitan, me dejan colgada. No se, serán paranoias mías y, seguramente, no tendrán nada que ver mis pensamientos con la realidad, pero la cosa está así.
Posiblemente sea el momento de abandonarlo todo y empezar de cero, por mucho que pesen los años de mis miles de recuerdos.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Mi grito de guerra

25 de Noviembre, día contra la violencia de género.


Edgar Allan Poe escribió una obra llamada ''El corazón delator'' . Esta obra trata sobre un niño, el propio Edgar Allan Poe, que presencia cada uno de sus días como su padre ''educa'' a su madre. ''Educar'', es la palabra exacta que utilizó su padre para justificar las palizas a cuya esposa regalaba. Al ver esto, Allan hizo lo mismo con su esposa, y la justificación que utilizaba era ''ella es mi esposa, ella me pertenece, es mía''. Tras más de una paliza la acaba matando por puros celos a que otros la miraran y la entierra en la pared. Al llegar la policía a su casa, él empieza a escuchar los latidos del corazón de su esposa y confiesa su delito.
Bueno, pero no estamos aquí para hablar de una obra de Edgar Allan Poe, sino de un tema que se da desde tiempos remotos: La violencia de género.
Hay verdaderas heroínas que han muerto por defender sus derechos o por, simplemente, querer irse de aquel infierno que mucha gente llamaba casa. Esas mujeres son personas anónimas, pero cada uno de los puñetazos que reciben, cada insulto, cada bofetón y cada puñalada manchan de sangre esta supuesta sociedad moderna en la que vivimos actualmente. A mí se me revuelve el estómago cada vez que veo una noticia de violencia doméstica o de la muerte de una persona inocente. Me dan ganas de escupir en esta sociedad ''moderna'' que mucha gente apoya y que, sintiéndolo mucho, a mi me da nauseas. El día que todos seamos iguales, que no haya palizas, que no haya discriminación y que el mundo entierre de una maldita vez las armas sera un lugar en el que se pueda vivir, un lugar moderno. Realmente, ahora vivimos como cavernícolas que solo arreglan todo a tortazos y golpes. Las mujeres no somos gatos, ni somos perros que tenemos que obedecer siempre. Somos personas que necesitamos ser queridas, cuidadas y aceptadas en este maldito mundo.
Al igual que hay que defender a las mujeres, también defiendo a esos hombres cuyas esposas maltratan que, aunque sea en menor número, los hay. A esas mujeres debo decirles que eso tampoco es aceptable, los hombres están aquí para protegernos y también para ser queridos. No son bloques de hormigón ni gorilas sin sentimientos, también son personas.

Este es mi grito a la sociedad ''moderna'' en la que vivimos. Este es mi llanto y mi malestar.

Espero que este mensaje sea leído y llegue a las generaciones futuras, sois el futuro, hacer que esta ponzoña yazca de una vez bajo tierra.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Miles de millones de días.

Imagina que vas caminando por la calle, enfadada con el mundo por algo que te ha salido mal. Piensas y das vueltas una y otra vez, todo el tiempo a lo mismo, a tu mal día. Ves pasar a la gente a tu lado, algunos con prisa y otros tranquilamente, unos acompañados y el resto solos. Te fijas en que están, ¡sabes que están! pero no piensas en que ellos también tienen sus días buenos y sus días malos, ni que cada uno tiene su vida con sus altibajos. Pero dejemos de marear la perdiz, ahora mismo solo estás caminando y pensando en tu mal día.
Tras un rato caminando y dándole al run run aparece una persona de esas que pasaban por tu lado y se para frente a ti, y te dice: ''Deja de pensar en tu mal día y recuerda todos esos buenos días que tuviste.''  
Ahora piensa, si no tuvieses días malos,¿recordarías con tanta intensidad los buenos?¿Te sabrían igual de bien? Los malos días, al fin y al cabo, no son tan malos. Ayudan a los buenos días a ser mejores todavía. Añadiendo esto, pensemos en toda esa gente que caminaba a tu alrededor. Siendo que ellos tienen también malos días, los días buenos también los vivirán con mayor intensidad, por lo que se me permite decir que hay miles de millones de días buenos en los calendarios y miles de millones de suspiros flotando por el aire.
Si tienes un mal día recuerda que uno bueno está por llegar y que te sabrá muchísimo mejor que la miel.


viernes, 19 de noviembre de 2010

Date un respiro

Excursión el día 25 de Octubre de 2010 realizada por los alumnos de 2º de Bachillerato del IES Francisco Grande Covian.

El día 25 de Octubre, a las 8.30 de la mañana, los alumnos del IES Francisco Grande Covian nos disponíamos a esperar el autobús que nos llevaría a conocer la zona donde se encuentra el Moncayo. El frío y la lluvia no ayudaron a ver bien todo el contenido que el profesor Luis Barreiro quería mostrar, pero a nosotros nada nos para.
La primera parada fue en un área de servicio en Gallur, cercana al embalse La Loteta. Desde allí vimos las zonas que antiguamente cubría el río Ebro, de unos 11 Km. antiguamente y 500 m en la actualidad. Se podía contemplar como en el margen derecho el paisaje se muestra en terrazas y muelas, y en el margen izquierdo predomina un relieve tabular.
Durante esta parada sufrimos un pequeño percance con el autobús, y tuvimos que esperar una hora, con el cierzo de cara y el olor a granja que transportaba consigo.
Después de montar en nuestro nuevo autobús, nos dirigimos a nuestra segunda parada; las saladas endorreicas de Magallón, donde vimos la Laguna de Agón. Se encuentra en una zona esteparia y seca, donde antiguamente predominaba la coscoja, pero ahora solo hay matorrales aromáticos como tomillo y lavanda. Se llaman saladas endorreicas debido a que hubo una elevación del terreno y el agua se quedó encerrada. Actualmente, solo se aprecia una costra de sal, muy mala para la agricultura, debido a la falta de lluvias. Suena irónico lo de la falta de lluvias, debido a que a nosotros nos llovió, así que debió de ser el día especial.
De vuelta al bus comenzó a llover y nuestro profesor, Luis Barreiro empezó a comentarnos muy emocionado los glacis que estaban cerca y que no pudimos bajar a visitar debido a la falta de tiempo. Seguimos subiendo en el autobús, hasta que llegamos a un encinar a unos 745 m de altitud. Una vez situados en las alturas y entre encinas, nuestro profesor nos explico la diferencia entre umbría y solana; la solana es la zona de la montaña donde más da el sol, mientras que la umbría era la zona de la montaña donde menos sol daba, y donde se situaban las encinas.Tras bajar el terraplén, que además de empinado estaba mojado porque no dejó de llover, nos dirigimos de nuevo al autobús.
 La siguiente parada estaba planeada para que fuera en el mirador de Añón, pero debido a la lluvia y el viento seguimos nuestro camino hacia el centro de interpretación de Agramonte para contemplar el hayedo que se encuentra en el Parque Natural del Moncayo. El hayedo se situaba a 1.100 m de altitud aproximadamente, y se encontraba en la zona de umbría. El hayedo se trata de un bosque residual que lucha con los suelos pedregosos en los que hinca sus raíces. En este bosque crecen musgos, madreselvas y helechos.

Tras deleitarnos con el olor y la vistosidad de hayedo, y mojarnos un poquitín, nos dirigimos de nuevo al mirador de Añón para hacer la última parada, geográficamente hablando. Durante el trayecto, pasamos por un bosque marcescente, en que predominaban el quejigo y el rebollo. Estos árboles no pierden la hoja durante el invierno, pero cuando empiezan a salir los nuevos brotes se deshacen de las hojas secas. También podíamos contemplar abedules, a los cuales ‘les gusta tener los pies mojados’ ya que necesitan mucha humedad para sobrevivir.
Llegó la hora de bajar en el mirador de Añón, a 990 m de altura. Desde el se podía contemplar un paisaje que consistía en rocas areniscas y silíceas  de la era primaria. Se podían contemplan desde el la muela de Borja y las terrazas que produjo el Ebro en su juventud, cuando media 11 Km. de anchura. Debido al viento y la lluvia no permanecimos mucho tiempo allí, subimos al autobús y nos dirigimos al Monasterio de Veruela, donde comimos y una guía nos enseño el monasterio y nos contó como fue la vida allí, que costumbres tenían los monjes y las obras de arte que allí duermen.
             
         A las 5 de la tarde, Luis Barreiro y José Antonio Castillo nos recogieron en el autobús y emprendimos nuestro viaje de regreso a casa. Estábamos todos tan cansados que caímos rendidos, y a las 6.30, cada mochuelo marchó a su olivo para descansar y prepararse al día siguiente para una nueva aventura en clase.


jueves, 18 de noviembre de 2010

Afán de superación.

Cierra los ojos, deja la mente en blanco, siente como el frio viento acaricia tu piel y alborota el pelo, siente el frescor en los brazos, el calor en los pies, y sigue caminando ladera arriba. Una vez conquistas la cima, nada te para. Nada. Y te sientes mejor que nunca, por mucho que seas un pegote entre esas grandiosidades rocosas.


Grita, abre los bazos en cruz y déjate llevar con ese cosquilleo en el estomago, porque significa que eres diminuto en este gran planeta pero grandioso en ti mismo. Lo estas consiguiendo, estas llegando a las distintas cimas que hay a tu alrededor y eso te hace sentir grande, gigante, inmenso... Tal y como eres.


Gracias chicas por ese camino y esa confianza. Gracias por esa compañía durante la caminata y durante esos viernes a la salida del instituto. Seremos pequeñas en este gran mundo, pero yo sé que vosotras sois enormes, gigantes en mi corazón e inmensas en mi memoria.


Va dedicado a vosotras. Estas palabras marcan un principio en el camino que no olvidaré porque en el poco trayecto que llevamos de este camino habéis demostrado mucho más de lo que esperaba.

Bienvenid@s

Véase aquí mi huella, la cual espero que perdure durante un tiempo y sea seguida por todos vosotros. Este blog lo he creado debido a la motivación que mi profesor de Geografía(sí, he dicho Geografía) me ha transmitido. Gracias, queridísimo profesor mío  por motivarme a escribir después de tanto tiempo desganada, y, a vosotros, gracias anticipadas por leer mis aventuras, desventuras y cosas extrañas que se me pueden llegar a pasar por la cabeza en algún momento determinado. Aparecerán temas muy variados, debido a mi ''temprana'' edad y a mi adolescente cabeza loca que no deja de pensar y enredar nudos desenredados.
No me enrollo más, en un rato comenzaré a publicar mis pinitos que poca gente ha leído.

PAZ